¡Me Encanta Estar Libre de Drogas!
Solía ser un chico muy afortunado, rodado del cariño de mis padres y de familia. Contaba con la fortuna de tener buenos amigos, era buen estudiante y mi motivación era el fútbol, de hecho, era uno de los mejores jugadores. Mis días se iban jugando mi deporte favorito y compartiendo un buen momento entre la camaradería de los partidos.
Cuando tenía aproximadamente 16 años alguien me ofreció un porro y me gustó, fue el momento exacto en que le abrí la puerta al mundo de la adicción porque mi mundo comenzó a cambiar por completo. De pronto la sensación de la marihuana no me bastó y quise experimentar con algo más fuerte y fue cuando conocí la cocaína a los 17 años. En ese momento todo comenzó a ir en una espiral descendente por 10 largos años de mi vida.
El chico alegre, propositivo y sano que solía ser, ya no habitaba más en mi, o eso era lo que parecía sin darme cuenta de que, en realidad, estaba adormecido. Mi familia y mis verdaderos amigos empezaron a notar esta transformación porque me alejé de todo lo bueno que me rodeaba y me hacía muy feliz, como la gente que en verdad me quiere y le di la espalda a la pasión del fútbol.
Mis días se iban en drogarme y muchas veces no quería salir a ningún sitio, incluso, falté a varias cenas navideñas, mencionando que es mi celebración favorita. Así transcurrieron muchos años de mi vida, tiempo en el cual, perdí todo y era una persona muy negativa, no tenía autoestima, estaba sumido en la depresión sin ningún tipo de motivación, hasta que comencé a experimentar efectos paranoicos. Este último hecho fue el que me hizo despertar para darme cuenta de que en verdad necesitaba ayuda de un profesional.
En varias ocasiones intenté dejar de consumir por mi cuenta, desafortunadamente nunca tuve éxito y como resultado, invariablemente recaía y cada vez más profundo. Esta situación me hacía sentir muy mal como persona, sabía que la droga me controlaba a mí y no yo a ella como al inicio. Cuando me di cuenta de que no podía salir de este atolladero, le pedí ayuda a mis padres quienes no dudaron en hacerlo. Además, uno de esos amigos verdaderos que había visto mi espiral descendente, me sugirió que debía pedir ayuda a un experto en el tema, él me dijo que le asombraba mi desesperación con que buscaba tener cocaína a costa de lo que fuera.
Fue en este momento en que un chico de mi pueblo nos platicó sobre el Programa de Narconon Los Molinos, él y sus padres nos indicaron que había logrado rehabilitarse y que llevaba una vida productiva. Además, nos explicaron que por la tecnología que utilizan, era menos probable que una persona vuelva a recaer, no que era infalible, pero sí en una tasa menor. Lo que más me llamó la atención fue que realizan todo el proceso sin ningún tipo de fármacos.
Por todos estos elementos, fue que me decidí viajar hasta Narconon Los Molinos con la esperanza de terminar con el problema de la adicción a las drogas.
Al llegar al Centro sentí un recibimiento muy cálido; aunque he de confesar de que estaba lleno de dudas y de miedos, llevaba tanto tiempo viviendo a base de cocaína que no me permitía vislumbrar una vida sin ella.
Afortunadamente corto fue el tiempo en que mi pensamiento comenzó a cambiar para bien, desde la primer etapa que hice que fue la Retirada Libre de Droga, me di cuenta de que estaba en el lugar correcto. Nunca imaginé que gracias a las técnicas especiales del staff, su acompañamiento todo el tiempo y las vitaminas que me dieron, pude pasar de la mejor manera posible por las molestias propias del síndrome de abstinencia. Lo que más me gustó fue que no utilizaron ningún tipo de químico para paliar el dolor.
Gracias a la Desintoxicación de la Nueva Vida (una combinación de ejercicio, sudado en calor seco de sauna y un régimen nutricional específico), obtuve un pensamiento más claro. Conforme iba teniendo mayores ganancias, la ansiedad por querer estar afuera se iba calmando y simplemente un día ya no pensé en eso y sólo me enfoqué en que llegaría el momento de tener una vida feliz, libre de las adicciones a las drogas.
Gracias a los cursos de Destrezas para la Vida, como última parte del Programa, me di cuenta de todo lo sucedido mientras estaba en consumo. Esta etapa me ayudó a tener conciencia y tomar responsabilidad por todas las acciones realizadas y, en consecuencia, determiné que jamás volvería a consumir porque lo mejor que tengo ahora es tener una mente clara.
En todo momento, el personal me apoyó mucho y siempre me levantaban el ánimo, asimismo tuve buenos compañeros y, entre todos, nos motivábamos para continuar. Con estos elementos de compañerismo y trato con calidez por parte del staff, fue que mi esfuerzo se maximizó para completar exitosamente el Programa.
Mis mejores ganancias del Programa fueron que logré superar mis miedos, tengo un pensamiento más claro y hoy siento control sobre éste. Antes la paranoia se apoderaba de mí y simplemente me paralizaba, hoy no dejo que eso suceda. Además, aprendí a tener una mejor comunicación, lo que me ha ayudado a tener un mucho mejor entendimiento con mi familia.
“Hoy que termino el Programa, deseo con ansias recuperar el tiempo perdido con mi familia e irnos de vacaciones, salir a comer, estar con mis sobrinos, empezar a trabajar y, en sí, disfrutar de la vida”.
Hoy que termino el Programa, deseo con ansias recuperar el tiempo perdido con mi familia e irnos de vacaciones, salir a comer, estar con mis sobrinos, empezar a trabajar y, en sí, disfrutar de la vida.
Para todas aquellas personas que pasan por el infierno de la adicción a las drogas y/o al alcohol, quiero invitarlos a que hagan el esfuerzo por cambiar porque a nadie -que valga la pena- le gusta relacionarse con alguien drogado. Las substancias psicoactivas solo alejan de la realidad y representan la ruina física, mental y económica de quien las consume y de los de su entorno, dañando sin querer a quienes nos quieren de verdad.
Me encanta estar libre de drogas porque me doy cuenta de que no las necesito para vivir.
Antonio, graduado de Narconon Los Molinos