Hoy vivo en el presente, construyendo mi futuro

Libertad
(Para preservar su privacidad, la foto no muestra a un graduado o estudiante de Narconon.)
 

De joven solía ser una persona muy alegre, con muchas amistades, buen estudiante y, en sí, me sentía con una vida plena. Conforme iba creciendo todo iba marchando moderadamente bien y sentía que todas las áreas de mi vida funcionaban de manera adecuada. De hecho, dos de los mejores momentos que atesoro en mi memoria y en mi corazón son el día en que contraje matrimonio y el día en que mi hijo nació. Mi hijo es mi más grande orgullo porque es un muchacho de bien con tan solo 16 años, el representa mi motor de vida.

Al cumplir 48 años, mi matrimonio estaba atravesando por una situación muy complicada y, en vez de afrontar los problemas y tratar de remediarlos, busqué una fuga de la realidad y comencé a consumir alcohol y cocaína.

De manera natural y en consecuencia del consumo de substancias comenzaron a surgir muchos más problemas. Mi matrimonio se deterioró aún más e irremediablemente llegó a su final con un divorcio, asimismo, durante este tiempo mis padres murieron. Estos dos factores representaron una perdida muy profunda y, por ende, el consumo de drogas se agudizó aún más. Al no saber cómo manejar estas situaciones, me sentí devastado, perdido y sumido en una profunda depresión.

La cocaína y el alcohol arruinaron mi vida. Cuando empecé con la cocaína me hizo sentir muy bien y, sin darme cuenta, cada día incrementaba la cantidad hasta quedar atrapado en la adicción. Me sentía destruido tanto física como mentalmente.

“Literalmente estaba como el avestruz: me drogaba, bebía, sentía culpa y un montón de emociones desagradables, metía la cabeza en la arena para no confrontar la realidad y nadie podía sacarme de ahí”.

Cada vez caía en un hoyo más profundo, poco a poco la gente que me quería se fue alejando de mí, sentía que los estaba perdiendo y, en realidad, quien se estaba perdiendo era yo porque me aislé de todos y me quedé solo. Me encerré en mi mundo y mi consumo comenzó a ser en solitario porque perdí a todos mis amigos y mi familia siempre estaba disgustada conmigo. Mi hijo se sentía decepcionado y le dolía ver cómo su padre se hundía cada vez más en ese mundo tan obscuro. De pronto todos los problemas y daños colaterales por mi adicción se hacían cada vez más grandes y profundos.

Un día me miré al espejo y no pude reconocer a quien veía, definitivamente no era yo y me asusté mucho. Fue cuando me di cuenta de que debía hacer algo, de que debía parar el consumo y de que debía reparar y mejorar mi vida. Sentía que, de seguir así, no sólo seguiría perdiendo momentos y personas valiosas, incluso, me di cuenta de que podía acabar con mi vida. La desesperación me llevó a buscar centros especializado en rehabilitación de drogas y alcohol, afortunadamente en internet encontré Narconon Los Molinos y algo me indicó que era el lugar adecuado para mí.

De cualquier forma, cuando tomé la decisión y se la comuniqué a mi familia e hijo tenía mucha incertidumbre de cómo sería y el resultado que obtendría. Afortunadamente, desde que llegué a Narconon Los Molinos sentí muchas cordialidad en el trato. En todo momento el staff fue muy amable conmigo y me tocaron unos compañeros extraordinario. De las cosas que más me gustaron del Centro fue la cocina, en verdad comí más que bien y delicioso.

El paso que siento que me cambió la vida fue el llamado “Los Objetivos”, se trata de una serie de ejercicios que ayudan a la persona a enfocar su atención en el entorno presente e inmediato. Me gustó mucho la forma en cómo se realizan estos ejercicios porque lo haces siempre con otra persona, en mi caso, lo hice con un compañero y esto me ayudó a darme cuenta de que no estoy sólo y, además, tuve la oportunidad de ayudar a otra persona a salir de sus propias tormentas mientras esto me ayudaba a mí mismo. Es decir, gracias a estos ejercicios me di cuenta del valor de la reciprocidad.

Para salir del mundo de las drogas hay que trabajar mucho de manera interna y lo hice gracias a la guía de Narconon Los Molinos. El Programa no siempre fue fácil y cuando sentía que las cosas se ponían difíciles, recordaba la promesa que le había hecho a mi familia, sobre todo a mi hijo y ese simple hecho hizo que la posibilidad de desistir no existiera en mí. Esto me daba fuerza para continuar y tener la posibilidad de cambiar mi rumbo, de ser yo de nueva cuenta y de que los demás se sintieran bien y confiados conmigo.

Gracias al Programa de Narconon me di cuenta de que la edad no es un impedimento para seguir aprendiendo nuevas cosas, así como recordar todos los valores que en casa me habían inculcado y que los había dejado de lado. Mi cambio físico fue evidente y esto me hizo sentir muy bien, hice muy buenos cambios en hábitos como el alimenticio, aprendí a controlar mi carácter y ya no vivo acelerado y, lo más importante, dejé de consumir drogas.

Mi familia y mi hijo comenzaron a ver mi cambio y ahora que terminé el Programa estoy enfocado en ganarme su confianza de nueva cuenta, además de que la comunicación con ellos mejoró mucho. Quiero agradecer en especial a mi hijo, quien como siempre, un muchacho muy maduro que en todo momento sentí su apoyo y a quien no volveré a decepcionar gracias a todas las herramientas que aprendí en Narconon Los Molinos.

Mi consejo para todos aquellos que atraviesan por el problema de adicción a las drogas y/o al alcohol es que vengan a Narconon Los Molinos y que experimenten por ellos mismos el camino para salir de esta pesadilla. Todo me gustó mucho, así que si pudiera ayudar o me pidieran ayuda no dudaría en decirle que vayan al Centro porque es la mejor opción.

Mi familia está bien conmigo, han sido testigos de lo que fue y de los grandes cambios después del Programa. Hoy disfruto de todo, cada minuto, segundo y semana es volver a reconocer quien soy y me gusta. Hoy tengo la libertad que no sentía hacía mucho tiempo, lo que me da la posibilidad de vivir en el presente, constituyendo mi futuro.

Eduardo, Graduado de Narconon Los Molinos


AUTOR
JL

Juan Luis Dominguez

NARCONON LOS MOLINOS

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS