“Carlos Ave Fénix 2020”

Nos cuenta su experiencia.  

Carlos, un superviviente de la oleada de la heroína en los años 80 en España. Actualmente es el cocinero en Narconon, Los Molinos, Madrid. Un tipo encantador, educado y divertido. Ronda los 55 años, tiene una gran sonrisa llena de vida en su cara. La heroína y más tarde el alcohol hicieron estragos en su vida. Hoy totalmente recuperado nos cuenta su experiencia.

¿Dónde naciste y creciste Carlos?

Nací en Madrid, en el barrio más castizo y no es otro que el barrio de Chamberí. Crecí en esa zona porque mis abuelos eran porteros de un edificio en el barrio de Salamanca. Vivíamos en un entorno de clase media-alta. Allí tuve una maravillosa niñez, crecí en un entorno perfecto. Con muchísimo deporte, rodeado de gente sana, mis abuelos, mis padres, mis amigos…en fin una vida encantadora.

¿Cómo era tu vida antes de tomar drogas y alcohol?

Cuando era chaval, simplemente tenía una vida muy buena y sana. Era un chico muy extrovertido, muy jovial y abierto… me gustaba mucho ser amigo de mis amigos. Jugaba mucho al ajedrez pero sobre todo hacíamos mucho deporte. Me encantaba jugar al futbol. Disfrutaba saltar al campo y competir por ganar.

¿Qué momentos felices recuerdas antes de empezar a tomar drogas y alcohol?

Sobre todo recuerdo con mucha felicidad a mi niñez. Simplemente fui feliz. Un niño normal creciendo en un entorno perfecto

¿Cuándo empezaste a tomar drogas y que te hizo probarlas?

Recuerdo que me cambiaron de colegio y ya por aquel entonces empecé con la tontería del hachís. No obstante he de decir que el alcohol siempre ya estaba presente en nuestras reuniones.

De muy jóvenes solíamos hacer guateques en casa de algún amigo que estuviera solo, allí bebíamos hasta más no poder simplemente por el hecho de emborracharnos y flipar. Poco a poco todo fue a más… después del hachís, empecé a tomar todo tipo de anfetaminas con los colegas. Para nosotros aquello era nuestra forma de vida, era pasarlo bien y lo veíamos normal. Cada vez íbamos a más. Unos años después Comencé a volver a mi antiguo barrio, y allí ya consumíamos todo tipo de drogas. En esa época íbamos a saco para pasarlo bien …Sin embargo, desafortunadamente entró el boom de la heroína de los años 80 en España pillándonos a todos de lleno.

La heroína hizo estragos en nuestras vidas. A mis amigos y a mí nos enseñaron a pincharnos los mismos que nos vendían la heroína… hoy muchos ya no están, murieron de sobredosis, de sida o simplemente desaparecieron. Yo por suerte estoy aquí.

¿Cómo afectaron las drogas en tu vida, qué perdiste y cómo impactó tus relaciones familiares?

Mi padre ya venía sospechando que algo muy malo estaba ocurriendo en mi vida. Por supuesto yo lo escondía, pero mi padre se daba cuenta de que algo iba fatal. Intuía que algo grave me estaba afectando.

Cuando realmente se percataron del problema con la heroína el impacto fue brutal, devastador, fue un palo muy duro para todos. De esto ya hace más de 33 años. Fueron mis padres los que me trajeron a Narconon y allí hice el programa. Recuerdo que toda mi familia se volcó y me ayudó en todo lo que pudieron.

¿Qué te trajo hasta Narconon, a veces hay alguna situación o evento en concreto por el que uno se decide?

Mi situación era insostenible, así que mis padres se informaron y, a través de un amigo suyo, les recomendaron Narconon. En aquel momento yo no tenía ni idea a dónde me llevaban. Fueron mis padres los que tomaron la determinación de llevarme a un centro.

¿Cuáles fueron tus sensaciones cuando llegaste al centro, que tal fue el personal contigo, qué te hizo quedarte y hacer el programa?

Cuando llegué por primera vez a Narconon todo era nuevo para mí. Llegué con un mono muy malo de heroína que me costó superarlo 9 o 10 días. Poco a poco me empecé a sentir mejor. La sauna la disfruté muchísimo ya que notaba día a día como iba desintoxicándome y cada vez mejoraba más y más. El personal era muy amable y profesional. Había un ambiente muy sano y entre todos los compañeros nos ayudábamos mutuamente para superar nuestros problemas. El ambiente era simplemente fantástico.

Dime 3 buenas ganancias que obtuviste de Narconon en aquel tiempo.

Recuerdo el proceso de Purificación. La sauna fue un paso importantísimo que me ayudó muchísimo en mi programa.

El sentirme totalmente en armonía con los compañeros, luchando todos por un mismo objetivo en común, fue una gran ganancia que obtuve.

En esa época en Narconon tuve una de las mejores ganancias de mi vida que fue dejar embarazada a mi mujer de mi hija Noelia.

Para mí todo fueron ganancias y me curé de la heroína. Pero después de 33 años he tenido que volver a Narconon pero esta vez el problema lo tuve con el alcohol. Actualmente llevo un año desde que me gradué por segunda vez.

¿Cómo te sentiste el día de tu graduación?

El día de mi graduación fue un día normal para mí, pero estaba orgullosísimo que había terminado algo bien hecho. Mi familia feliz de que yo lo terminara. Fue un día genial.

¿Qué esperas ahora de la vida?

Sinceramente espero demostrarme a mí mismo lo que valgo, que es mucho. A lo largo de mi vida he adquirido mucha experiencia en trabajos, en relaciones sociales. Ahora, con esa experiencia, las herramientas que me han dado en Narconon y mi rehabilitación, me siento muy preparado para ayudar a los demás. Quiero y deseo que la gente se sienta tan bien como yo.

¿De qué es de lo que más orgulloso te sientes?

De haber hecho un programa perfecto. Enseguida me di cuenta de que éste era mi sitio y me propuse colaborar con la organización después de graduarme. Afortunadamente me brindaron esa posibilidad y hoy en día soy el cocinero de Narconon Los Molinos, me encargo de hacer las comidas para todos los estudiantes y para el personal y lo hago con toda la pasión y cariño que tengo.

¿Cómo llevas las relaciones con tu familia ahora?

Estupendamente. Con mi hijo me llevo genial, los dos estamos muy orgullosos uno del otro. Es una buenísima relación, una relación pura y sana. Con mi hermana he vuelto a recuperar la confianza, hablamos todos los días y todo va bien. Actualmente estoy intentando recuperar a mi hija Noelia. Me ha hecho abuelo y seria el hombre más feliz del mundo conociendo a mi nieto y a mi yerno. Esa es mi intención sin reserva.

¿Qué es lo que más te gusta de estar sobrio, Carlos?

Lo que más me gusta es la capacidad de compresión y autoanálisis que tengo. Soy muchísimo más observador, me quedo con todo, estoy muy atento a lo que me rodea. Me siento muy ágil mentalmente y disfruto en todo momento de mi persona.

¿Qué aconsejarías a las personas que tengan algún problema de adicción con las drogas y el alcohol?

Sin lugar a dudas que vengan aquí. Aquí te limpian entero, te dejan limpio de toxinas, te fuerzan a sentirte mejor. Entrenan tu mente para saber combatir tus problemas. Te preparan y te dan las herramientas para tener una vida feliz y sana. Que no lo duden y vengan aquí porque aquí está la solución.


AUTOR

Juan Luis

Director Ejecutivo Narconon Los Molinos

NARCONON LOS MOLINOS

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS