¡Ahora soy libre!

Hombre feliz sobrio
(Foto de Marco Di Stefano/Shutterstock.com)
 

Soy David, nací y he vivido toda mi vida en Madrid, España. Antes de empezar a consumir drogas vivía mi vida muy disciplinada, me gustaba hacer deporte como futbol y el pádel, era muy sano, conseguía todo lo que me proponía, estudiaba mucho, si necesitaba una beca estudiantil la conseguía, tuve un buen trabajo. Realmente luchaba por ser siempre el mejor o estar entre los mejores.

Viví muchos momentos felices sin necesidad de drogas como fue terminar mi bachillerato, porque me costó mucho sacrificio, me desvelaba mucho estudiando, realmente fue como un reto personal y lo conseguí. Cuando aprobé la prueba de acceso a la universidad, PAU. Y por supuesto el día que compre mi piso con mi dinero que había trabajado.

En el 2011 todo se comenzó a desboronar, consumir drogas. Yo ya bebía socialmente, nunca me emborraché ni consumí drogas prohibidas. Pero una noche recuerdo que una chica estando en un local me ofreció probar cocaína, todos mis amigos estaban haciéndolo y no quería ser el raro así que decidí probar a ver que se sentía, al rato comencé a disfrutar aún más de la fiesta. Luego, he consumido o probado pastillas, cristal y popper. En ese momento tenía la edad de 20 años, he pasado 10 años consumiendo drogas y alcohol.

Con la cocaína lo he perdido todo. Empezando porque perdí el mejor trabajo de mi vida, perdí mi pareja y se hizo más difícil ver a mi hijo, ya no estaba día a día con él. Llegue a una situación económica difícil, que no me alcanzaba para pagar la hipoteca, se me acumularon como 5 o 6 meses, teniendo la posibilidad de pagarlo no lo hacía, prefería gastarlo en comprar cocaína y alcohol. Peleaba mucho con la gente. Perdí buenos amigos por no atenderles, prefería irme a un bar.

Las drogas también afectaron a mi familia. Tuve muchos problemas con todos, pero siempre he contado con su apoyo a pesar de mi comportamiento. Les contestaba mal cuando andaba drogado, a mi madre a veces le robaba dinero. La relación con mi padre fue casi igual, le robaba dinero, le he roto tu coche y le he mentido. Con mi hermano más que todo él ha sufrido por ver mi condición, ver como hacia pedazos mi vida, como trataba a mi madre y que yo no quería ni buscaba ayuda, ya que para él yo era su ejemplo. Ver mi vida en decible a mi hermano le afecto psicológicamente que hoy no tenemos trato.

“Pensar en mi hijo me hizo recapacitar que debía tomar la ayuda que ya me habían ofrecido mis padres. Hoy en día lo que más amo y más grande que tengo es mi hijo”...

Pensar en mi hijo me hizo recapacitar que debía tomar la ayuda que ya me habían ofrecido mis padres. Hoy en día lo que más amo y más grande que tengo es mi hijo, pero con la droga llego un momento en que no estaba siendo responsable en la seguridad de mi hijo cuando lo tenía a mi cargo. Yo a veces quería parar de drogarme y no podía, realmente la cocaína me tenía dominado. Entonces al verme así yo quise ingresarme, pero también pensaba en que iba a pasar mucho tiempo sin ver a mi hijo y eso me desanimaba. Un día comencé a drogarme enfrente de mi padre, era muy vergonzoso. Comenzaba a sentir paranoias, me aislé de todos, no tenía relaciones de pareja. Yo ya no tenía limites, me drogaba como fuera y me gastaba todo lo que tuviera a mi alcance para comprar cocaína. Llegue a tirar cocaína por la ventaba porque ya no podía más, me dolía mucho la nariz e incluso me la comía o chupaba, no tenía ni paciencia para hacer una raya. Si tenía cocaína en casa ni salía a trabajar y cuando no tenía cocaína inhalaba ibuprofeno en polvo, lo que sea por la nariz. Un día tuve que ir al hospital porque sentía que mi pecho se iba a reventar y llamé a mi padre, sentía que me moría. Un día mi padre me dijo que podía morirme y me ordeno que mi subiera al coche para ingresarme. Subconscientemente quería rehabilitarme.

Mi padre sabía del centro de rehabilitación Narconon Los Molinos porque también estuvo ingresado. Incluso no traje ni ropa el día que ingresé porque para mi padre era ahora o nunca. En el camino al centro venia llorando y despidiéndome de toda mi familia, también venia bebiendo y drogándome, porque no podía parar. Estando en el centro me sentí a salvo, ¡ya estoy aquí, voy a empezar una nueva vida!

La droga me demacro tanto que me hizo alguien que no era.

En el centro todo el personal me trato muy bien, me hicieron sentir muy a gusto, el trato realmente es muy personal dependiendo del problema de cada estudiante. Mis compañeros me animaron y motivaron mucho.

Nunca pensé irme estando en la rehabilitación porque ya no iba a tener más oportunidades.

Pero con el paso del tiempo haciendo le programa logre superar muchas cosas, me he sorprendido a mí mismo, conseguir paciencia, porque yo era muy impulsivo antes. También desintoxicar mi cuerpo, porque he sentido muchas mejoras físicas y retome el ejercicio como correr, ahora salgo a correr y no me canso como antes.

El día que terminé el programa me sentí muy feliz, me propuse terminar el programa y lo logre, ahora pienso que esto es algo menos en mi vida, sé que empieza mi nueva vida, voy a conseguir de nuevo todo lo que me proponga, con calma, dedicación y siempre con una visión. Todas las herramientas aquí las seguiré como tal para no volver a caer en adicciones.

Espero con ansias volver con mi hijo, compartir con él todo, ir de paseos juntos, abrazarlo cuando quiera. Puedo decir que he logrado desintoxicarme, quitarme la cocaína del medio, recuperar la vida que tenía perdida, superar las recaídas, este proceso fue el más difícil porque hubo un momento que, aunque pasará 4 días sin drogarme mi cuerpo me pedía droga, me ponía muy deprimido y volvía a recaer. Lograr estar sin drogas es un sueño. ¡Ahora soy libre! ¡Ahora quiero hacer de todo!

Recuperar la relación constante con mi familia es una dicha, aunque sé que me faltan algunas reparar algunas relaciones. Sé que están orgullosos de mí, me ven bien y cambiado para bien. Sé que la confianza será un proceso, pero lo voy a lograr, eso va progresando.

Lo que mas me gusta de estar libre de drogas es no depender de ella, no tener una raya de cocaína en mi nariz para estar feliz y ver cómo la gente de mi alrededor se siente tranquila conmigo, me encanta que me vean bien. Siempre quiero ver feliz a mi familia.

A alguien que este atravesando una adicción le daría como mil consejos. Pero lo primero que debe hacer es pedir ayuda o que se deje ayudar, que se ingrese en un centro de rehabilitación. Que no le haga caso a la típica frase “esto lo puedo dejar solo/a”, porque antes yo lo decía y eso es una mentira que se crea como salvavida de la adicción. Que piensen en su familia, porque ellos mueren en la adicción junto con uno o incluso mueren más rápido, se les hace más daño que el propio daño que nos hacemos a nosotros mismos. La gran mayoría de las adicciones no se quita sin ayuda. Que no traten de sustituir una droga por otra y que no se crean que lo saben todo, porque el drogadicto esta metido en un bucle, que uno cree que tiene la razón y no es así. Y les digo que no es fácil, pero la rehabilitación es la correcta y la mejor salida.

David, Graduado de Narconon Los Molinos


AUTOR
JL

Juan Luis Dominguez

NARCONON LOS MOLINOS

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS