Le sacaron del pozo de las drogas

Mother and son
(Foto de Juanmonino/Istockphoto.com)

Hola mi nombre es Amparo quiero relatar mi testimonio por si pudiera ayudar a alguien.

La angustia y desesperación de tener a un hijo metido en el mundo del consumo es algo muy difícil de entender a menos que pases por ello.

Tu casa se convierte en un campo de batalla diario, la impotencia no te deja ni comer ni dormir y hay días que ni respirar.

Tu niño, al que criaste desde que nació con todo el amor del mundo, intentando que sea lo más feliz posible, de repente se convierte en un desconocido, deja de comunicar y solo viene a casa si necesita dormir, porque ya ni comer quiere.

Le llevas al medico pensando que el problema se puede solucionar con dos pastillitas.

Cuando no funciona a otro medico, luego a un psiquiatra, entre tanto el cada día estaba peor.

Las discusiones con mi marido diarias por que todo lo haces mal y por que la responsabilidad nos la echábamos uno a otro.

Mientras yo veía a mi hijo sufrir , introvertido completamente, no hablaba y no me quería contar o no podía, pasaba los días triste, con un humor de perros, creo que no podía querer a nadie pues no se quería ni a si mismo, en más de una ocasión me dijo que lo mejor era morirse y quitarse del medio.

Le apunte al centro de drogodependencias del barrio y las pautas a seguir no eran malas pero lo que a mi hijo le faltaba era la fuerza de voluntad, a veces las seguía a veces no, tenia que asistir tres días en semana , no me parecía suficiente y la verdad no mejoraba.

Unos amigos médicos nos recomendaron un tratamiento de ansioliticos bastante fuerte y lo tuvimos tomándolo durante un mes, un mes tirado en el sillón babeando y cuando termino el tratamiento vuelta a empezar.

Nadie podía ayudarnos!!!!!!!

Me recomendaban echarlo a la calle….pero si mi hijo quería curarse!!! no sabíamos como pero el ahora lo pedía a gritos, ademas como puede una madre echar a la calle a su hijo enfermo y poder dormir, yo no podía.

La vida puso en mis manos un panfleto, estaba en el parabrisas de mi coche, llegue a pensar que me lo habían puesto adrede, de un centro de rehabilitación en la sierra.

Al día siguiente mi hijo estaba interno en Narconon los Molinos , nos dio mucha confianza que no le dieran muchas pastillas y que las terapias fueran a nivel individual.

El primer mes ya se le veía más despierto y cogió kilos y yo también.

Os aseguro que llevaba años sin dormir toda la noche entera y cuando le visitábamos me volvía aun más contenta tenia de nuevo ilusión por las cosas y se preocupaba por nosotros.

No solo le sacaron del pozo de las drogas, es que ademas le trabajaron la autoestima y mi hijo resplandecía de nuevo , ese si era mi hijo seguro, feliz, yo más.

Ya han pasado 3 años de esto y puedo asegurar que cada mañana rezo por todos los terapeutas a los que les debo mi vida y mi sonrisa.

Un enorme abrazo a todo el staff de Narconon Los Molinos y estáis siempre en mi pensamiento amigos.

Amparo


(Para preservar su privacidad, la foto no muestra a un graduado o estudiante de Narconon).

AUTOR

Juan Luis

Director Ejecutivo Narconon Los Molinos

NARCONON LOS MOLINOS

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS