¡Me siento imparable!

 

Soy Alberto, nací en Madrid y toda mi vida me he criado en esta hermosa ciudad. Mi vida antes de empezar a consumir drogas era mucho más interactiva, hacia mucho deporte, era muy feliz, me reía mucho más, quería siempre la gente a mi alrededor y la gente me quería a mí, era fantástico. Aún recuerdo los momentos más felices antes de empezar a consumir drogas, era levantarme todos los días eso ya me hacía feliz, jugar fútbol, estando en mi casa era feliz, era una felicidad constante, era risueño, muy alegre, estaba todo el día bailando y en realidad era un niño muy feliz. Siempre me he sentido muy especial.

Empecé a consumir drogas por primera vez a los 14 años. Tenía amigos que eran mayores que yo. Con el hermano de una amiga que era mayor que yo fue el primer porro, recuerdo que él me lo ofreció y lo acepte. Luego se nos unió otro amigo, de probar porros pase a las pastillas los fines de semana, con las drogas de diseño en discotecas y luego deje los porros, pero luego volvía. Un tiempo dejé los porros y comencé a consumir cocaína los fines de semana, pero después también lo hacía en los días de semana. Puedo decir que he consumido durante mucho tiempo, pero poco, puede ser que en la semana consumía 2 o 3 veces o pasaba 15 días sin consumir y luego consumía de nuevo. Al final siempre terminaba consumiendo. Esa era mi adicción.

Las drogas comenzaron a hacer estragos en mi vida. Comenzó una caída lenta y progresiva, al principio me daba risa no les tomaba importancia a las consecuencias, luego menos risa, luego más triste y luego es soledad, egoísmo, te olvidas de tus seres queridos, estas mal con tu esposa, acabas mal contigo mismo y al final toque fondo, encima no puedes salir por ti mismo porque te sientes sin fuerzas, sin ganas, no consigues salir, piensas que solo puedes cambiar de humor con las drogas. Con esta adicción perdí amigos, casi pierdo mi matrimonio, tengo una suerte de no haberla perdido, y aún me cuesta pensar como no la he perdido.

Mi mamá se disgustó cuando se enteró que iba a ingresar al centro de rehabilitación, mis hermanos también lo estaban, aparte de preocupados y con ganas de ayudarme, porque saben que soy buena gente pero que necesitaba ayuda. Tengo la suerte de tenerles, que me hayan ayudado y apoyado. Ahora quiero disfrutar de ellos.

Ya sabía de Narconon antes de ingresarme porque tuvo un familiar que estuvo ingresado aquí. También me lo había recomendado un amigo. Al principio no quería venir, me convenció mi hermana y mi esposa. Yo intente buscar una solución para no ingresarme buscando algún psicólogo o grupos de apoyos, pero sabía que no era una solución. No quería ingresarme 3 meses. Lo pensé e ingresarme era la mejor opción.

Al ingresar al centro estaba super nervioso, me estresaba pensar que iba estar ingresado en el centro 3 meses, para mí fue muy difícil pero es verdad que desde que entre aquí todo el personal y mis compañeros han hecho que sea un poquito más agradable, he aprendido un poco de cada uno, me han ayudado, me he reído con ellos, he disfrutado, han sido un hombro, he llorado con ellos, pensaba que iba hacer más duro pero al final ha sido muy agradable, claro está que me he esforzado, pero todos ustedes han hecho que sea muy divertido, emotivo y unido al avance en el programa ha sido un éxito. Incluso me quede un día más en el centro luego de terminar el programa. He escrito una carta para cada uno del staff y de mis compañeros, los staffs son unos grandes profesionales, la persona de seguridad, el encargado de sauna, la cocinera, no tengo ninguna queja. El personal es lo mejor del centro, todos son muy estrictos y saben lo que deben de hacer.

“No todos los días son iguales, mantener mi mente clara en un solo objetivo ‘voy a salir por la puerta grande y libre de drogas’ me mantuvo en pie y seguir día a día.”

No todos los días son iguales, mantener mi mente clara en un solo objetivo “voy a salir por la puerta grande y libre de drogas” me mantuvo en pie y seguir día a día. Cuando estaba mal intentaba leer, porque me sacaba de esos pensamientos negativos, los libros me trasladaban a una aventura, podría vivir cinco o seis vidas, he leído muchos estando aquí. Y hacer deporte también me ha ayudado mucho.

Mis mayores victorias en el programa es el esfuerzo, me di cuenta de que siempre me ha gustado esforzarme y que hubo una temporada que me esforzaba lo mínimo. También me ayudaba ayudar a los demás, me hace sentir bien conmigo mismo, feliz. Otro paso muy importante es ir poco a poco, día a día, paso a pasito en el programa, sin pensar muy ligero. He aprendido a seguir las reglas y no podemos vivir saltándoles. Antes conseguía a como sea lo que quería y aquí no, teníamos un horario para todo, y ese orden en la vida es importante, te da disciplina.

Terminar el programa me hace sentir muy feliz, contento, orgulloso de mi, con ganas de vivir, algo que pensé que nunca lo lograría es cambiar mi manera de pensar y lo logré, me siento especial, tanto así que me siento con muchas ganas de disfrutar y con ganas de ser padre, quiero estar con mi mujer, mis hermanos y mi madre. En uno de los paseos que teníamos los sábados, fuimos a un lugar que se llama la Virgen y de hecho hay una imagen, frente a ella le pedí que me ayudara hacer buena persona, un buen marido, un buen hijo y un buen padre y ahora me siento capaz de hacer todo eso. Ahora quiero crecer en todos los ámbitos de mi vida, me siento imparable, espero con ansias vivir y darme cuenta de que la vida es bonita y lograr recuperarla es un regalo. Cada cosa que hago lo disfruto, hasta tomar el sol.

Recuperar la persona que era ha sido el mayor logro de mi vida, venir a Narconon Los Molinos ha sido un éxito.

Mi relación ahora con mi familia es muy cercana y comunicativa. Se que me he perdido muchas cosas y tengo ganas de recuperar el núcleo familiar y viajar con ellos. Quiero hacer cosas nuevas, incluso llevar a mi madre al médico, disfrutar de mi madre y que me enseñe todas sus recetas y recordarla por siempre. Tengo la dicha de tener a mi madre, mis hermanos y mi esposa, puedo decir que tengo en espera mi vida anterior con la dicha que ya no estaré en las drogas, y puedo disfrutar de todos ellos, ahora quiero prepararme para ser un buen papá.

Lo que más me gusta de estar libre de drogas es mi “alegría”, también como me ven ahora y me he dado cuenta de que quiero ayudar a más gente. Muchas veces decía maravilla, pero luego mis actos decían lo contrario. Me he dado cuenta de no lidiar tanto con la boca y brillar más con tus actos.

Mi consejo para alguien que atraviesa una adicción es que venga a Narconon Los Molinos, no a otro sitio, es lo mejor que puede hacer. Seguramente hay muchos sitios, pero tan bonito como este, tan completo ningún otro. Aquí te depuras física y mentalmente, de forma natural y siendo tú mismo, porque yo me siento a mí mismo pero cambiado, el adicto muchas veces cree que no puede cambiar mentalmente pero aquí si lo logras hacer, de forma natural.

Ahora que he terminado el programa me siento con la misma vitalidad que cuando no consumía, pero ahora con una comunicación increíble, me gusta hablar, me gusta expresarme como me siento, me preocupo mucho por los demás y ayudarlos. Me siento muy orgulloso de mi mismo.

Alberto, graduado de Narconon Los Molinos.