¡He Recuperado la Confianza!

Hombre feliz
(Foto de AscentXmedia/iStockPhoto.com)
 

Antes de que empezara a consumir drogas mi vida marchaba muy bien. La relación con mi familia era estupenda, solía no meterme en problemas con nadie y mucho menos pelear, en el colegio mis notas eras muy buenas y contaba con la compañía de buenos amigos, quienes como a mi, nos habían inculcado valores en casa para ser personas de bien. Sí tenía problemas, pero estos eran propios de mi edad y siempre los manejé muy bien, en sí, era un chico muy alegre y amoroso con sus abuelos y padres. Nunca olvidaré dos momentos muy felices en mi vida antes de consumir drogas, uno fue el día en que hice mi Primera Comunión y, el otro, cuando cumplí 20 años en que mis papas y hermana me regalaron una moto, en verdad me sentía muy contento.

Durante la celebración de Nochebuena de 2016 mi vida dio un giro inesperado porque un primo me ofreció droga y acepté. Al terminar con las festividades familiares me fui a su casa para probarla por primera vez, yo estaba a la expectativa porque sentía mucha curiosidad de saber qué se sentía. Después de probar la droga me sentí eufórico, regresé a casa para cambiarme de ropa y me fui de fiesta. Aquel día marcó el inicio del fin de la felicidad plena.

No pasó mucho tiempo cuando las drogas comenzaron a hacer lo propio. Es decir, la relación con mi familia se fracturó y perdí toda la confianza que mis padres habían depositado en mí, comencé a alejarme y a perder a mis amigos verdaderos, relacionándome con gente que solo me traía problemas y hasta choqué el auto que con mucho esfuerzo me habían dado. Todo iba en picada, sentía que todos estaban enfadados conmigo y, en vez de confrontar la situación, solo me alejaba más y más, la soledad era tan profunda que sólo la callaba con más droga para no sentir ni pensar más. Mis padres al darse cuenta del problema en el que me encontraba, en innumerables ocasiones me ofrecieron ayuda para terminar con esta situación y, como era de esperarse, yo rechazaba tajantemente la ayuda.

No obstante, un día me di cuenta de que de manera voluntaria ya no podía dejar las drogas y, además, si no frenaba el consumo mi vida acabaría muy mal. Fue en ese momento en que hablé con mis padres para aceptar y recibir la ayuda que ellos me ofrecían. Definitivamente se alegraron mucho al saber que estaba decidido a terminar con el problema de adicción que había afectado a mi familia y terminado con mis estudios, en consecuencia, mi confianza y autoestima estaban fracturadas.

Gracias a un conocido de mi padre, quien es Graduado de Narconon Los Molinos, supimos del Centro y pudimos contactar al staff para hacer todo lo necesario y comenzar cuanto antes.

Al llegar a Narconon Los Molinos me sentí muy extraño y gracias al staff, quienes me hicieron sentir como en casa, a los pocos días me fui adaptando perfectamente. He de confesar que, durante algunos momentos del Programa, si pensé en abandonar y regresar a casa, pero me di cuenta de que lo que debía hacer era confrontar todos mis problemas y pensar en las metas futuras para seguir adelante.

“Con el sólo hecho de pensar en mi familia y en un futuro mejor,
hacía que deseara quedarme y continuar, me sentí mucho más fuerte después de eso”.

Aprender a conocerme mejor y manejar las emociones sin consumo, tener la habilidad de verdaderamente confrontar la vida, saber diferenciar los tipos de amistades para saber a quiénes elegir como tal, aprender a comunicarme mejor y darme cuenta del daño que causé para poder resarcirlo, fueron las cosas que hicieron que la vida me cambiara gracias al Programa de Narconon.

Las mayores victorias que logré en el Programa fueron en primer lugar, tener la posibilidad de disfrutar una vida libre de adicciones a las drogas; segundo, volví a recuperar la confianza que mi familia siempre había depositado en mí y; tercero, una felicidad auténtica. Hasta hoy no sé realmente como he conseguido tanto, simplemente la voluntad, el esfuerzo y el querer salir de esta tormenta que son las drogas, me hizo esforzarme para conseguir un cuerpo limpio y una mente más clara. Salir es mucho más difícil que entrar en el mundo de las drogas, para entrar se necesita solo un instante y para salir un esfuerzo verdadero a lado de profesionales que te guíen para un camino de salida.

Por fin llegó el día anhelado, en el cual, todos los esfuerzos se materializaban y estaba listo para salir a enfrentar el mundo con todas las herramientas y habilidades que había aprendido en el Programa de Narconon Los Molinos. Me sentía realmente feliz al saber que había conseguido estar libre de adicciones, este hecho, me hizo sentir como una persona renovada, dándome mucha confianza y seguridad.

Después de este episodio, ahora deseo con ansias una vida tranquila y que mi familia esté feliz estando conmigo y no ser más un problema para nadie. La verdad que mi mayor logro hasta el día de hoy ha sido conseguir salir de las drogas, es muy satisfactorio haberme dado cuenta de que hay cosas más interesantes que consumir drogas.

“Las mayores victorias que logré en el Programa fueron en primer lugar, tener la posibilidad de disfrutar una vida libre de adicciones a las drogas; segundo, volví a recuperar la confianza que mi familia siempre había depositado en mí y; tercero, una felicidad auténtica”.

Mi mejor consejo para cualquier persona que pase por una adicción es que, si les ofrecen ayuda, que la acepten como lo hice yo. La verdad que solo es muy difícil pero no imposible, es mejor sentirse apoyado y saber que alguien te espera al otro lado, porque eso te da esperanza.

Gracias Narconon Los Molinos.

A.B., Graduado de Narconon Los Molinos


AUTOR
JL

Juan Luis Dominguez

NARCONON LOS MOLINOS

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS